Antes de nada, decir que espero que nadie se sienta ofendido por el texto, que está en el máximo exponente de ironía y humor negro al que soy capaz de llegar.
Pensamiento del primer tipo-a escala mundial: (Se llama Raquel, pero le dicen “la lilas” ¿Tan difícil es entender que las razas son simples modificaciones del cuerpo humano para adaptarse al entorno geoclimático? ¡Mentes obtusas, aquellas que piensan en abrir los aranceles para exportar e importar mercados ajenos y destruir pymes, pero cerrar las puertas para la interculturalidad! (Me gusta el rock&roll, el jazz, el blus, el pop, la zarzuela, la música clásica, me muero del gusto al escuchar a Israel Kamakawiwo, alterno leyendo a Tolkien y a Machado, beber DYC con Coca-cola, los leones y los gorriones, etc…) ¿De verdad que no hay una unión cultural o que no te atreves a aceptarlo porque viene de una cultura de otro color? No hay banderas, no hay naciones, hay un mundo en el que sobrevivir.
Pensamiento del segundo tipo-a escala nacional (España): (Se llama Francisco, pero le dicen Paquito) Mi orgullo ibérico; sin faltar a los míos archipiélagos, mi Ceuta, mi Melilla, mis cabras de Perejil y los españoles (que quieren ser ingleses porque en el 66 ganaron un mundial pero que no saben que son españoles aunque en el 2010 hayamos ganado el mundial) de mi Gibraltar. Viva la paella, el txakolí, la tortilla de papas, el cava, el aceite de oliva, el pan de horno, el jamón, el cocido, las patatas bravas, el vino fino, el mojo picón, el marisco recién pescado. ¡Viva la nación ganadora del mundial de Sudáfrica del 2010! Que se mueran los que digan que somos fachas porque amamos nuestra bandera. Que se vayan de mi país aquellos que no sean iguales o piensen igual que yo, y que se queden todos los que celebran que España gane el mundial (que no son los mismos). Vivan las catedrales más preciosas del mundo, las playas más hermosas del planeta y los hombres y mujeres más sensuales y atractivos/as de la Tierra (tengo miedo a montar en avión). Mi bandera, mi nación y luego, el mundo.
Pensamiento del tercer tipo-a escala autonómica (Cataluña o País Vasco): (Se llama Josep, y le dicen así aquí y en la China popular). Y si no consigo eso… violencia, porque sin lucha violenta nada se gana, aunque últimamente andamos poniendo bombas y tampoco te creas que hemos avanzado tanto en nuestra lucha… ¡Abajo el Real Madrid! (da igual si somos de Bilbao o Barcelona). Mi bandera es España dos veces, mi país vale el doble que España. En mi comunidad nos bastamos para abastecernos a nosotros mismos y el resto del “apéndice” nos empobrece, nos retrasa. Europa no empieza en el Mediterráneo, ni empieza en los Pirineos, empieza cuando cruzas el Ebro. Aunque me da un poco de pena el “tumor” porque no ha podido degustar Pa negra en versión original, porque no conocen al verdadero Patxi (no al de los chistes), porque, sinceramente, son de otro nivel inferior y nunca conocerán lo bueno. “¿Qué es mi comunidad? Mi tesoro ¿Qué es mi bandera? Mi libertad. Mi ley, la que yo me invento. Mi única patria, la mía.”
Pensamiento del cuarto tipo-a escala local (mi pueblo, en el que vivo o en el que veraneo cuando hay vacas flacas): (Le dicen Manolo, pero lo llaman a voces) Como me gusta sentarme el banco de la plaza a ver pasar las horas comiendo pipas, poniendo verdes a mis vecinos y fumándome un purito de Arias. Se me pasan las tardes rápido cuando bajo a echar la partida al tute mientras degusto el estupendo vino de mi tierra manchega. ¡Y qué deciros de cómo cocina mi parienta! ¡Vaya cocidos! ¡Vaya callos! Ahora, eso sí, lo que peor llevo es tener que ir a comprar a un Mercadona que está a quince minutos, porque las tiendas del pueblo están muy caras. Pero eso se resuelve cuando saco al perro a pasear al campo y no tengo que recoger las caquitas, como hacen los pobres madrileños...o no. Lo que me gusta ver pasar el “katanga” con los niños del colegio mientras que yo me hago viejo, viviendo en el mejor sitio donde se puede vivir, mi pueblo.